Existe la creencia de que el trabajo es un sacrificio constante y la emoción y la diversión no son parte de ese proceso. Nos imaginamos las horas de trabajo como un momento de esfuerzo rudo y concentración. Sólo concebimos la emoción y la diversión una vez que nos hemos liberado de ese yugo. Pero ¿es realmente así? Pues no. Larry Page, cofundador de Google lo expresa al sentenciar que la emoción de cambiar al mundo es la clave.
La educación tradicional nos ha enseñado que no hay productividad en el disfrute y la emoción. Pero, los cambios trascendentales que ha experimentado el mundo y nuestros niveles de consciencia nos han mostrado que la realidad es totalmente opuesta. Somos más productivos cuando dedicamos nuestro esfuerzo y tiempo en cosas que amamos, disfrutamos y nos emocionan. Podemos cambiar el entorno y el mundo desde la emoción y el disfrute.
Larry Page es un buen ejemplo de esto con su maravillosa creación, Google.
¿Quién es Larry Page?
Seguramente, conoces más de Google que de Larry Page pero él es el padre de Google, junto con su socio Sergey Brin. Ambos dedicaron su tiempo y creatividad para darle al mundo el buscador más poderoso que existe y hacer nuestras vidas más sencillas.
Page es un hombre muy joven, 47 años apenas. Es considerado uno de los hombres con las mayores fortunas del planeta y ha invertido en diferentes tipos de negocios en los últimos años.
Sus padres son ambos profesionales universitarios en el área de la programación y la Inteligencia Artificial. Esto le ofreció a Page la posibilidad de crecer en un ambiente donde la creación y el avance tecnológico eran el pan de cada día. Cursó estudios con el método Montessori, formación que le ayudó a desarrollar sus talentos y experimentar la libertad de crear y disfrutar el proceso.
Su admiración por Nikola Tesla y sus maravillosos descubrimientos lo llevó a una profunda reflexión personal. Entendió la necesidad de, no solo crear, sino de enseñarle al mundo cómo utilizar las creaciones en su vida diaria. El conocimiento no es útil si no se lo presentamos al mundo en base a su utilidad y diferencia en su calidad de vida.
Mientras estudiaba en Stanford, conoció a Sergey Brin y desarrollaron el algoritmo de búsqueda que dio origen a Google y lo demás es historia. Su principal objetivo de convertir la información en algo que fuera accesible y útil fue el motor de su trabajo y su horizonte.
La emoción y la diversión como parte del viaje
Page comentó en una entrevista hace unos años que, si su motivación principal hubiera sido el dinero, habrían vendido Google hace mucho y estaría en la playa disfrutando de sus ingresos. La motivación era hacer algo que cambiara al mundo de la información. Eso era la fuente de una inmensa emoción que lo acompañaba cada día.
Partiendo de esto, es casi lógico afirmar que la emoción a la hora de crear es vital como motor para la productividad. Y la diversión será una consecuencia lógica de este proceso. Si encaramos cada actividad como un paso hacia el cambio en el futuro, el día a día será mucho más productivo.
No se trata solamente de diseñar un plan de trabajo que tenga objetivos claros y definidos a nivel monetario como único fin. Todo emprendimiento debe partir de un objetivo que nos llene de emoción y nos divierta llevarlo a cabo. Se preguntaran si eso quiere decir que nos haga sonreír o cantar y sí, definitivamente sí. Toda actividad que realicemos desde la emoción y la diversión, apoyada en nuestros talentos y orientada a lograr el cambio tendrá el éxito asegurado.
¿Y si le damos espacio a la creatividad en el trabajo?
Google entendió esto como parte de su filosofía laboral y lo incorporó incluso en sus espacios de trabajo. Facilitó a sus empleados un ambiente que les permite sentirse libres y desconectados de las preocupaciones diarias para entregarse con placer a su trabajo. Desarrollaron la política de permitir que dediquen el 20% de su tiempo laboral en el desarrollo de proyectos personales ,utilizando los recursos de la empresa.
Ese tiempo de desarrollo personal permite mantener la emoción y la creatividad viva y hace divertido el tiempo que se dedica al trabajo. Abre las puertas a mayores oportunidades de negocio para todos e impulsa la formación y el crecimiento personal .
Estamos ante un mundo que requiere de seres humanos dispuestos a ver más allá, a visualizar el cambio antes de que este suceda. Bien lo decía Page al afirmar que las empresas se pierden porque no ven el futuro y no se preparan para enfrentarlo o crearlo.
El futuro siempre es un reto y está en nuestras manos. La emoción de ser parte del cambio y la diversión que produce hacer algo desde el corazón es la combinación perfecta para hacer crecer la productividad y alcanzar el compromiso que deseamos en nuestros proyectos.
Si amamos lo que hacemos y además nos divierte profundamente, estaremos comprometidos en todos los aspectos. No dejes que nada te robe la emoción en tu negocio. Recuerda siempre ese primer día cuando viste a tu empresa en el futuro y mantén viva la emoción que te produjo esa visión. En Tu Clínica Digital estamos a tu lado para mantener viva la chispa de tus proyectos y darles vida.