¿Es necesaria la regulación en redes sociales?

regulación en redes sociales

La sola mención de  la regulación en redes sociales levanta polvo en muchos terrenos. La sombra de la censura es lo que viene a la mente de muchos de forma inmediata pero ¿es realmente censura en términos absolutos? ¿O existe una real necesidad de regular en ciertos aspectos las redes sociales?.

Los tiempos que vivimos nos mantienen inmersos en un mar de información que se mueve a través de las redes sociales. Se han convertido, en muchos aspectos, en la fuente primaria de información. Poseen una audiencia que va desde niños hasta adultos de la tercera edad. Son el espacio para entablar relaciones por excelencia pero no es el único fin. Redes sociales como twitter se han convertido en espacios para realizar denuncias de forma pública. Facebook se ha convertido en el medio para ejercer el cyberbullying por excelencia. 

A la luz de los hechos, pareciera que una libertad absoluta, sin regulación alguna no es tan perfecta como parece. En el mundo offline, la protección de nuestros derechos ha sido plasmada a través de las miles de leyes existentes. Incluso, la propia libertad que se erige como argumento para evitar la regulación, está consagrada a través de una ley.

Entonces ¿por qué las redes sociales e internet en general no deberían estar sujetas a regulación? ¿Qué sucede con las personas que son sometidas a abuso o acoso cibernético? ¿Son las redes sociales el lugar adecuado para denunciar y juzgar a otros? Son demasiadas las interrogantes en este punto.

Derechos digitales fundamentales

En una entrega anterior, conversamos sobre los Derechos Digitales Fundamentales en los cuales se han basado las cartas de Derechos Digitales de muchos países. Repasando , tenemos que los derechos fundamentales son:

  • Acceso libre e independiente a Internet
  • Protección adecuada para los menores que naveguen en la red
  • Libertad de expresión 
  • Privacidad y protección de la data personal 
  • Derecho a la portabilidad que se traduce en poder recibir y compartir la información que ponen a disposición los diferentes proveedores de servicios.

Si bien es de suma importancia que se garanticen los derechos humanos fundamentales dentro del mundo online, es válido pensar que también deben establecerse límites para la buena convivencia en estos espacios. 

El mundo y sus pasos hacia la regulación

La Unión Europea ha avanzado ampliamente en este tema y, a finales de 2020, ha dado pasos importantes en el establecimiento de una normativa, tanto para servicios como mercados digitales. Bajo el lema de «Lo que es ilegal offline, también lo es online» se presentó la propuesta para una normativa que regule las actividades en el entorno digital.

El enfoque principal se colocó en:

  • controlar el contenido online
  • obligaciones para las grandes empresas tecnológicas
  • transparencia sobre el uso de los datos personales de los usuarios

En otras latitudes como América Latina, conviven diferentes clases de iniciativas legislativas sometidas al debate público. Países como México, Venezuela y otros han sido objeto del cuestionamiento por parte del Estado del uso de las redes. Y esto ha generado múltiples reacciones a favor y en contra por la cantidad de aristas que posee este tema a la hora de tratarlo.

La realidad es que, en algunos casos, los gobiernos con inclinaciones totalitarias se han valido de la regulación para establecer una censura férrea que los favorezca y arrebatándole al ciudadano la posibilidad de expresarse libremente y hacer valer sus derechos. Estas situaciones han creado aún mucho más temor ante la posibilidad de que en otros países se regulen las redes con el mismo fin de forma oculta.

Muchas interrogantes, muchas respuestas

Surgen muchas preguntas a la hora de evaluar la necesidad de una regulación en redes sociales. Con ocasión del debate surgido en México recientemente sobre una posible regulación a partir de la modificación de la Ley Federal de Radiodifusión y Telecomunicaciones, se hacía énfasis en dos puntos importantes:

  • se deben regular las conductas de los ciudadanos y no a los medios
  • es necesaria una revisión exhaustiva de las legislaciones existentes que, posiblemente ya ofrecen mecanismo de control adecuados.

Otro aspecto primordial y que ha presentado dificultades a la hora de precisar es la determinación de la norma que aplicaría en casos específicos y quienes serían los entes con autoridad para ejercerla. Incluso, se suma un asunto de territorialidad cuando vemos que el país que aplique la norma no necesariamente será el país del usuario final del servicio o el infractor, según sea el caso. 

Cada una de estas consideraciones dan pie a una cantidad inmensa de cuestionamientos que aún no tiene respuesta firme en muchos espacios. Las dudas se mantienen y las críticas crecen a paso acelerado.

El futuro a mediano plazo

La realidad es que internet es un mundo propio y pareciera que , poco a poco, ha ido desarrollando reglas propias de acuerdo a su naturaleza. Tienen cabida los derechos humanos fundamentales pero no siempre son respetados por los participantes, bien sean prestadores de servicios o usuarios.

Las redes han sido escenarios de crudos juicios públicos de ciudadanos comunes, acoso cibernético, estafa y robo de datos y pare de contar. Y todo esto sucede a diario y siguen quedando vacíos legales a la hora de procurar una sanción contra estos delitos.

Ni hablar en lo que respecta al uso fraudulento en muchos casos de los datos personales de los usuarios. una guerra constante en la que el usuario muchas veces se siente perdido y desprotegido.

Todos somos usuarios y prestadores de servicios en este mundo digital, de una forma u otra. Estamos expuestos a ser víctimas y victimarios, muchas veces sin intención expresa pero, lo cierto es que, sin una legislación específica, los límites se desvanecen a diario.

Probablemente, a mediano plaza haya un consenso y logremos una regulación adecuada que no viole la libertad más sagrada como es la de expresión pero que ponga el freno necesario al abuso en redes sociales.
En Tu Clínica Digital siempre apostamos por el respeto a la libertad y todos los derechos fundamentales del ser humano, aún dentro del marco de la regulación en redes sociales. Sabemos que una sociedad sólo puede crecer, sanar y avanzar en la medida que sus miembros establezcan relaciones de respeto mutuo. Creemos que, siempre que el respeto y la empatía sean las bases para la comunicación con el otro, el mundo digital será un espacio seguro. Tratemos al otro como deseamos ser tratados y que el respeto haga su magia.

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